Desde el espejo – Sentidos sentidos: La magia de una mirada

 
photo credit: Antropsicosociopatologico

Aquí te presento un enigmático relato de Ötréwihc L’Eügim, un prestigioso periodista con gran experiencia en diferentes medios de comunicación, radio, televisión y prensa escrita. Desde aquí, quiero transmitirle mi más sincero y entusiasta agredecimiento por su colaboración.

La magia de una mirada, es la primera entrega de una serie de posts sobre los sentidos, que nos asegura una forma distinta de percibir las cosas.

En un periódico, de esos gratuitos, venía una entrevista con Carlos Sobera. Entre otras pocas cosas, decía que detesta a los que leen en el tren, avión ó cualquier otro medio de transporte..
¿Por qué me detesta? No me conoce.
Bajé un poco el diario y miré.
Ví la sonrisa de una señora, ya mayor, miraba a través del cristal, sucio, el pobre paisaje que corría veloz al lado del tren. No es para sonreír, pensé.
También miré, y ví,  preocupación en los ojos de dos hombres. Inmigrantes, sin duda alguna, frotaban sus manos y a veces, uno de ellos, friccionaba piernas y brazos. Fuera hacía frío. No llevaban bastante ropa. Fue una simple opinión.
Seguí mirando. Viendo. No hay un mundo tras el diario gratuito que casi siempre, me ocupo de buscar entre los asientos vacíos. Hay muchos mundos. Son vidas, que al no mirarlas, pasan desapercibidas, como si no importaran. Habitualmente me escondo de ellas tras las páginas de huecograbado, con la excusa de la crisis, guerras, accidentes, y un sinfín de desgracias más, de las que soy ampliamente informado día tras día. Las miro a través del papel y de palabras que suenan a hueco.
Y no veo, porque no miro.

 
photo credit: ag2r

– Buenos días, señoras y señores, voy a cantarles una cancioncita para amenizarles el viaje. Si tienen a bien darme algo de ayuda, se lo agradeceré mucho, si no pueden, también. Que tengan un buen día.
Sonó la voz del hombre, que acababa de subir al vagón, con miedo, vergüenza y respeto. Mucho respeto.
-Esos ojitos negros, que me miraban, esa mirada tuya……..
La guitarra, la verdad, no sonaba muy bien tampoco. Pero había empeño. Con frío y tristeza. Mucha tristeza.
No ví la bolsa de plástico que me acercaba al terminar la canción. Pero le miré a los ojos y sonreí. Creo que fui el único que lo hizo. No le dí monedas; alguno sí. Pero le miré. Y le vi.
También ví a la señora, ya mayor, que sonreía al ver el paisaje tras el sucio cristal. Ví que iba a ver a alguien; con cariño.
Ví tras la preocupación, en los ojos de los dos inmigrantes, unos hijos, un alquiler, un pais muy lejano y un futuro incierto.
Sobera detesta no al que lee, si no al que no mira y no quiere ver, escondido tras páginas de huecograbado u otras similares.
…………………..
Trasbordo y una estación más. La gente de a diario, como por arte de magia, se ha convertido en persona, una a una. En vidas llenas de…
vida, mejor o peor, pero vida.

Vidas que corren, suben, bajan, hablan, ríen, lloran. Sienten. Viven.

El semáforo está verde para los coches. Junto a mí, detrás y delante, vidas esperando lanzarse al rio de asfalto negro y ganar la otra orilla. En ella, a lo lejos, gente en la misma situación.
Rojo y muñeco verde. Un paso, dos, tres, cuatro y la gente del otro lado se vuelve vida. Nos cruzamos a velocidad vertiginosa y alguna vez, como si de una batalla cuerpo a cuerpo se tratara, suenan el chocar de miradas como espadas medievales.
Chas. Chas.
Sólo eso. Se alejan a nuestra espalda. Ya son gente. Los de mi orilla, se dispersan. A la derecha, a la izquierda. Otros se paran indecisos. Muchos aceleran el paso. Somos gente.

Lo que hace la magia de una mirada.

Autor (desde el Espejo)

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