Cuando faltan las ganas: entender la desmotivación en el trabajo

Lo que no se dice sobre el absentismo y la desmotivación

No siempre es fácil reconocerlo, pero muchas personas se despiertan cada mañana con una sensación de desgana, cansancio emocional o incluso rechazo hacia su trabajo. No es solo una “mala racha” o una etapa pasajera: la desmotivación laboral se ha convertido en uno de los grandes desafíos silenciosos en empresas y equipos.

Según datos recientes de Gallup, solo el 23% de los empleados a nivel global se siente comprometido con su trabajo. El resto se mueve entre la indiferencia y el agotamiento emocional. Esto se traduce en absentismo, rotación, bajo rendimiento… pero, sobre todo, en una gran pérdida de talento y de bienestar.

Qué hay detrás de la falta de motivación

La desmotivación no suele ser fruto de la pereza o la falta de profesionalidad. Suele tener raíces más profundas:

Falta de sentido: cuando no conectamos con el “para qué” de lo que hacemos.
Desalineación con los valores personales: sentir que lo que hacemos contradice lo que creemos o valoramos nos desconecta emocionalmente.
Falta de reconocimiento: no sentirse visto, valorado o escuchado en un equipo genera desconexión e indiferencia.
Sobrecarga o falta de autonomía: cuando las personas sienten que no tienen margen para decidir, ni tiempo para respirar, la motivación se apaga.
Relaciones laborales deterioradas: la falta de confianza, el liderazgo rígido o el individualismo extremo afectan directamente al clima emocional.

Claves para recuperar la motivación de forma sostenible

1. Conecta con tus valores

Hazte estas preguntas: ¿Qué es importante para mí en un trabajo? ¿Qué me inspira? ¿Dónde siento que puedo aportar valor real? Reconocer esto te permitirá entender por qué te sientes desmotivado y qué necesitas recuperar.

2. Pide feedback y ofrece tus ideas

La motivación aumenta cuando sentimos que lo que hacemos cuenta. Busca espacios donde puedas aportar y ser escuchado. Y si no existen, propón crearlos: a veces, la oportunidad empieza por un primer paso valiente. Y recuerda, tú eres responsable de tu propio bienestar.

3. Cuida tu energía fuera del trabajo

Descansar bien, moverte, alimentarte con conciencia y tener espacios de desconexión reales son básicos para recuperar claridad mental y energía. Estar agotado física o emocionalmente siempre afecta a tu motivación laboral.

4. Trabaja en equipo desde la confianza

El sentido de pertenencia y la cooperación con otros son potentes motores de motivación. Cuida tus relaciones, propicia conversaciones abiertas y apóyate en personas que compartan tu visión o tus valores.

5. Aprende a gestionar el estrés

El estrés sostenido bloquea la motivación, nubla la mente y nos desconecta de nuestras capacidades. Muchas veces, no es el trabajo en sí el que desmotiva, sino cómo lo estamos viviendo. Aprender a regular el estrés puede cambiar radicalmente la percepción y la actitud con la que enfrentamos el día a día.

Motivación y Bienestar van de la mano

Recuperar la motivación no es cuestión de cambiar de trabajo necesariamente, sino de reconectar con uno mismo, con lo que se valora, y con herramientas que te permitan sentirte bien desde dentro. Cuando cuidamos nuestra salud mental y emocional, todo se vuelve más claro: los pasos a dar, los cambios necesarios o incluso la capacidad para transformar la realidad actual.

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